martes, 23 de abril de 2013

rtve.es, engullida por los Informativos de Somoano



Bajo el título “La web de RTVE pierde su autonomía informativa”, el periódico Diagonal informa en su última edición acerca de la integración en TVE de la redacción digital a partir del mes de mayo, lo que permitirá que rtve.es quede bajo control directo de Julio Somoano.

En el artículo, disponible en su versión en papel, se advierte de la escalada de control por parte de los directivos venidos de medios afines al PP (Telemadrid, COPE), quienes ejerciendo un papel de comisarios políticos revisan las piezas de temas sensibles antes de ser emitidas.

El artículo también critica la integración de las redacciones de RNE en los centros territoriales de TVE, lo que según el Consejo de informativos de RNE propicia que los profesionales de radio están quedando sometidos a las prioridades informativas de televisión.

Las presiones no están dando resultado en cuanto a la audiencia se refiere. Tras 65 meses consecutivos de liderazgo, en febrero los Telediarios de la 1 perdieron el trono. En la rueda de prensa ofrecida el mes pasado para presentar +24, una aplicación que permite seguir en el móvil las noticias del Canal 24 Horas, Julio Somoano contestó a un periodista a este respecto que él prefería hacer informativos de calidad a ser líder de audiencia. Se vieron muchas caras de estupefacción que traslucían: “Ah, pero ¿es que hacéis informativos de calidad?”

Mención especial merece el caso de Informe Semanal, por la purga y la destrucción sistemática de su dinámica de trabajo y línea editorial llevada hasta ahora con tanto acierto que, salvo seguir siendo el programa informativo no diario decano en televisión, nada queda ya de la rigurosidad y exhaustividad de los reportajes de antaño. El descenso por la cuesta de la credibilidad comenzó el año pasado, con motivo de la emisión de un programa sobre la tragedia del Madrid Arena. Un realizador fue fulminantemente expulsado del programa por negarse a firmar un reportaje que ha entrado en el top ten de la Historia universal de la infamia audiovisual y que se suponía que analizaba la tragedia, para llegar a la conclusión de que la culpa es de los padres actuales que no atan corto a sus hijas.

Debemos como trabajadores estar igualmente preocupados por el contenido de lo que ofrecemos a la ciudadanía como por nuestros derechos laborales. De nada sirven unas condiciones dignas si, con nuestro trabajo, propagamos la ignorancia, la xenofobia o ciertos valores religiosos. Por ética, no es posible que la programación de un medio que crea opinión esté al pairo de los mercenarios políticos que van y vienen por la Moncloa.

Nuestro objetivo último debería ser controlar no solo los medios de producción, sino la producción en sí misma para transformar la radio y la televisión públicas en instrumentos de aprendizaje, no de alienación.

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